jueves, 25 de febrero de 2016

LAS RIENDAS DEL CABALLO

HABLEMOS DE LAS RIENDAS

¿Alguna vez te has parado a pensar qué tipo de riendas utilizar?
Parece algo muy simple que no tendría por qué suscitarnos dudas, de hecho creo, que a la hora de comprar nuestra cabezada de montar nos solemos "conformar" con las que vienen de la tienda. En el mercado hay multitud de modelos, colores y materiales para escoger las riendas. ¿Realmente usamos las correctas?


La elección dependerá de nuestra experiencia, disciplina que practiquemos y sobre todo la comodidad para nosotros mismos a la hora utilizarlas. Existen riendas de cuero finas, más gruesas, de cuero trenzado, de lona, de goma, etc.
Las riendas son, no sólo el contacto con la boca del caballo sino con todo su cuerpo y saber manejarlas y medir la presión que ejercemos se hace un requisito imprescindible para poder avanzar y enterndenos con nuestro animal y por supuesto no hacerle daño. Saber medir esa presión y entender qué efecto puede tener en nuestro caballo, marca un cambio en nuestro proceso de aprendizaje.

Tirar y tirar no es la solución, la técnica más adecuada es no perder nunca el contacto con el caballo pero disminuir en ocasiones la presión. Es común que en ejercicios de espalda adentro o cesión a la pierna perdamos el contacto de una de las riendas, no olvidemos que ambas siempre las debemos sujetar a la misma altura aunque el cuello de nuestro caballo este ligeramente incurvado, somos nostros los que vamos cediendo la mano o abriéndola un poco más cuando sea necesario y aplicando las ayudas necesarias siempre de manera suave.

Las riendas con tacos suelen ser útiles para los jinetes que les cuesta medir su longitud pero resultan más incómodas a la hora de ceder. Las riendas de cuero trenzadas, por mi experiencia me parecen muy hermosas pero resulta más difícil cederlas y más fácil quedarse "enganchado".
Con riendas más finas notamos más la presión que con unas más gruesas. Las riendas de goma pueden en principio proporcionar mayor agarre que las de cuero, que son más fáciles de ceder pero también de perder, pero las riendas de goma también resbalan más con el sudor.

Para concluir con este tema me gustaría aclarar que es cierto que a la hora de escoger podemos basarnos en datos más objetivos, pero no olvides que ante todo elige las que te den seguridad y comodidad en tus ejercicios y movimientos. Una vez que hallamos probado varias tendremos criterio suficiente para determinar cual escoger.

jueves, 28 de enero de 2016

FORRAJE

LA ALIMENTACIÓN DEL CABALLO. 
EL FORRAJE.

Hoy me gustaría hablaros del forraje en la alimentación de caballo o también la generalmente llamada paja o heno. El forraje es la base de una correcta alimentación, no sólo sirve para aportar calorías, sino que proporciona ciertos nutrientes esenciales para su metabolismo y mantener una flora intestinal equilibrada.
Atentos a lo de la flora porque más adelante comentare algo importante.
 

El elemento más importante en la dieta del caballo es, sin duda, el forraje. Su sistema intestinal está adaptado a una dieta con altos niveles de fibra vegetal. 
Existen tres tipos de forraje: los henos tipo hierba o heno de prado, la alfalfa y el trébol o heno de alfalfa que tiene más nivel de proteínas y su contenido vitamínico se concentra principalmente en su hoja y el heno producido con plantas de cereales o heno de avena con más valor nutricional aún si contiene la semilla.
 

Los expertos no suelen recomendar una única fuente de fibra, por ejemplo, proporcionar sólo alfalfa no es recomendable por su alto contenido proteico y por su contenido en almidón que puede llegar a excitar aún más al típico caballo nervioso.

El heno de prado es más digestible y su contenido en almidón es más bajo, se suele utilizar para mantener el peso, estabilizar la flora y mantener entretenido al caballo. El caballo podría mantenerse con este tipo de heno como única fuente de forraje añadiendo con el pienso mayor nivel energético o utilizarlo como forraje base y añadir alfalfa para enriquecer un poco más la dieta.

Este tipo de heno además suele tener menos polvo que la alfalfa, así que resulta más acertado para aquellos caballos con problemas respiratorios. Cuanto más jóven es el heno, más alto es el nivel de proteinas.

Como dato curioso comentaros que hay caballos que parecen "barrigones" o que tiene la tripa distendida pues esto es debido a una dieta alta en fibra y la fibra tiene mucha cantidad de agua.
 

¿Sabias que?
La alfalfa es un excelente fertilizante, puesto que fija el nitrógeno en el suelo y aumenta la producción de las demás plantas.
 

La paja se suele utilizar para mantener o dar volumen a la dieta ya que apenas tiene valor nutricional, además, dependiendo de su nivel de lignina se hace más o menos indigesta para el animal. Pero ¿que es la lignina?, la lignina no es más que la parte fibrosa de la planta o la pared de la paja, siendo lo de dentro la célula o contenido. La lignina es la parte reistente a las enzimas digestivas del caballo, por lo tanto una paja de mala calidad o con alto nivel de lignina podría resultar realmente indigesta para el caballo y derivar incluso en un problema intestinal más grave como un cólico.

El sistema digestivo del caballo (y su flora) está diseñado para tomar cantidades pequeñas de comida de manera continuada y no pocas comidas con mucha cantidad, algo nada aconsejable debido a la poca capacidad del intestino delgado.

Además las famosas enzimas de nuestro animal, al tener el intestino vacío pueden irritar las paredes del intestino llegando a causar úlceras o cólicos.
 

"Al menos el 50% de la dieta del caballo debe ser forraje y la cantidad de pienso no debe superar a la cantidad de forraje."
 

Y para ir concluyendo con este tema me gustaría hablaros brevemente de lo que supone psicológicamente para el caballo la ingesta del forraje, puesto que no sólo supone la base de su alimentación, sino que le da al caballo la sensación de tener el estómago lleno, los vicios típicos de morder madera o comer sus propias heces podrían deberse a una falta de forraje en la dieta.


sábado, 23 de enero de 2016

San Antón 2016







Aquí os dejo mi foto del día de San Antón. Día de bendición de los animales, fue un día maravilloso, con buen tiempo y buena gente. ¡Y mi compañero se comporto genial!












sábado, 26 de diciembre de 2015

LOS APLOMOS



LOS APLOMOS
Hablar de los aplomos es hablar del aparato locomotor del caballo. Los aplomos son el alineamiento de las extremidades y su relación de proporción entre sí y con el resto del cuerpo y el suelo.

La alineación correcta de las extremidades se puede medir con la ayuda de una plomada, que es simplemente una cuerda con un plomo al final, usada habitualmente en construcción y sirve para medir, por ejemplo, que las columnas estén perfectamente verticales.

Pero la medición o el intento de visualizar defectos en los aplomos del caballo con este instrumento no es la más adecuada porque sus miembros, no son columnas verticales. Un caballo, sus extremidades o una parte de estas, tienen una orientación espacial en 3 dimensiones o planos, de los que solamente 2 se podrán visualizar con las líneas imaginarias de “aplomo”.
Las características de la conformación de cada ejemplar dependerán de su genética, raza e incluso de factores ambientales como la alimentación, ejercicio etc.
Un claro ejemplo de la influencia de la raza para ver las diferencias entre sus miembros, sería comparar la longitud relativa del radio (antebrazo) y caña de un PRE y un PSI.
Los aires de Alta Escuela son facilitados por un radio relativamente corto, y en consecuencia, una caña relativamente larga, mientras que la velocidad es facilitada gracias a una relación longitud radio/caña más cercana. 

 
Para visualizar los aplomos tenemos tres planos de observación, uno es el medio otro el frontal o transverso y otro el horizontal.




Observando al caballo desde estas tres posiciones podremos apreciar las posibles deformaciones o anomalias dadas por los aplomos.






















viernes, 11 de diciembre de 2015

CUIDADOS PARA EL INVIERNO


¿PREPARADOS PARA EL FRIO?

LAS MANTAS
Llega el invierno y con él sus bajas temperaturas, sus días más cortos y se echa más en falta el calor del sol. Debemos estar atentos para que nuestro caballo no sufra los efectos del frío e intentar minimizar los riesgos negativos que puedan tener en su salud. Debemos vigilar bien en ésta época del año y poner especial atención a nuestro animal en cuidados básicos como la alimentación, los cascos y el pelaje.

Muchas de las personas propietarias de un caballo se preguntan en ésta época si es necesario o no el uso de las mantas, estén esquilados o no, algunos caballos necesitan utilizar mantas durante el invierno.
Dependerá de las condiciones de cada ejemplar y de su estado, pero por lo general es aconsejable que usen mantas en los siguientes casos:
  • Caballos de edad avanzada.
  • Ejemplares que sufran algún tipo de dolencia o que viven en prados sin zonas donde refugiarse.
  • Ejemplares provenientes de zonas más cálidas.

En el mercado podemos encontrar multitud de mantas que se adaptarán a las necesidades específicas de cada animal. La elección dependerá del uso que se desee dar y del clima.
Básicamente tratamos de proteger a nuestro caballo del frío pero también de la humedad y de las lluvias, es cuando debemos considerar también el uso de mantas impermeables. En el mercado existen también mantas polares que protegerán del frío y además impermeables que lo harán de las lluvias. 
Si el animal está esquilado el uso de la manta se hace totalmente necesario ya que la falta de abrigo podría tener efectos nefastos en la salud del caballo. Las mantas no sólo cumplirán su función de protección contra el frío, si no que también retrasarán el crecimiento del pelo.  
Los caballos sufren más el calor que el frío pero debemos seguir estos consejos y cuidados para prevenir también los resfriados, que si bien no es un enfermedad excesivamente preocupante, conviene prevenir para evitar las molestias y contratiempos que acarrea.

LOS CASCOS
En invierno, al igual que el resto del año, debemos dar el cuidado necesario a los cascos. Pero en ésta época suele presentarse más humedad lo que podría provocar el reblandecimiento de esta zona y podrían aparecer problemas en la salud del nuestro animal.  

Por ello utilizar productos que impermeabilicen esta zona se presentan como una solución adecuada para evitar estos efectos.
Poner especial atención también a los ejemplares que viven en libertad o con la nieve, ya que se les puede crear un cúmulo de barro o nieve pudiendo provocar molestias, dolores o lesiones al andar. Asegurarnos que el prado esté en buenas condiciones y drenar los charcos o acumulaciones de agua y hielo que se puedan formar.

Una visita a nuestro herrador no estaría de más para que nos oriente en lo más aconsejable para cada uno de los casos en particular.