LOS APLOMOS
Hablar de los aplomos
es hablar del aparato locomotor del caballo. Los aplomos son el alineamiento de
las extremidades y su relación de proporción entre sí y con el resto del cuerpo
y el suelo.
La
alineación correcta de las extremidades se puede medir con la ayuda de una
plomada, que es simplemente una cuerda con un plomo al final, usada
habitualmente en construcción y sirve para medir, por ejemplo, que las columnas
estén perfectamente verticales.
Pero
la medición o el intento de visualizar defectos en los aplomos del caballo con
este instrumento no es la más adecuada porque sus miembros, no son columnas
verticales. Un caballo, sus extremidades o una parte de estas, tienen una
orientación espacial en 3 dimensiones o planos, de los que solamente 2 se
podrán visualizar con las líneas imaginarias de “aplomo”.
Las
características de la conformación de cada ejemplar dependerán de su genética,
raza e incluso de factores ambientales como la alimentación, ejercicio etc.
Un
claro ejemplo de la influencia de la raza para ver las diferencias entre sus
miembros, sería comparar la longitud relativa del radio (antebrazo) y caña de un
PRE y un PSI.
Los
aires de Alta Escuela son facilitados por un radio relativamente corto, y en
consecuencia, una caña relativamente larga, mientras que la velocidad es
facilitada gracias a una relación longitud radio/caña más cercana.
Para
visualizar los aplomos tenemos tres planos de observación, uno es el medio otro
el frontal o transverso y otro el horizontal.
Observando al caballo desde estas tres posiciones podremos apreciar las posibles deformaciones o anomalias dadas por los aplomos.